lunes, 12 de junio de 2017

Lo amaba, pero no.

Y entonces, el me miraba sonriendo,
con la mirada encendida y emocionada,
como si yo fuese hermosa,
o como si fuera una maravilla,
o como si fuera el paraíso o la criatura más bella del mundo.

Me miraba con esos ojos verde miel,
con dulzura, con ternura, con admiración,
y esa sonrisa sincera en los labios,
como el sol enamorado de la luna,
me cantaba canciones de amor en cada amanecer,
me abrazaba como si no quisiera perderme,
yo amaba cuando el me miraba así...

Pero yo no lo amaba a el.